Las visitantes (relato)

[JesRICART]

Las Visitantes. JesRICART
Milena y Djadio, la gasolinera y la camarera de la estación argentina iniciaron una relación apasionada entre ellas a partir del paso por sus establecimientos de Olgana y Adrian y pasar un día los cuatro juntos en el viaje de estos por la Patagonia. Milena tuvo su hijo y continuó con su familia, Djadio tenía su pareja masculina pero ambas hacían el amor a menudo cada día en el cuartito de la gasolinera antes de dejar el trabajo. Su relación la mantenían en secreto aunque ambas habían insinuado a sus parejas masculinas la hipótesis de tener amantes lésbicas y encontrarse con reacciones negativas con lo cual decidieron silenciarlo,
Un par de años despues ambas decidieron dejar sus trabajos, comprarse una moto de alta cilindrada y recorrer todo el continente dejando a sus parejas y en el caso de Milena dejando a su hijo en manos de su padre. Iban a estar medio año fuera. De camino para Canadá tomaron contacto con Olgana y Adrian para visitarlos. Cuando llegaron a Comunafem el recuerdo de su placer de aquel día juntos los reilusionó de nuevo a los cuatro. En ese tiempo solo habían tenido un contacto por email como suele pasar tantas veces con tantos contactos que si bien no quedan en el olvido quedan en stand by.
Las alojaron en un bungalow para visitantes. Según la costumbre dominante en Feminália, cuando había una cara nueva lo habitual era autor presentarse si no se era presentado. Bastaba cruzarse para hacerlo. Las comunitas tenían fama de hospitalarias y muy abiertas. Los criterios con las visitantes amigas eran distintos a los de otros visitantes por razones de cursos o de sexo. En principio una amistad podía quedarse el tiempo que quisiera alojándose en el espacio para eso siempre y cuando su posición fuera respaldada por quien la invitara. Esto incluía asumir el coste de su estancia si el/la invitado/a no lo hacía. Los visitantes podían pagar sus días, semanas o meses de residencia asumiendo las tarifas decididas para eso o con unidades-de-trabajo concretas. En la recepción la encargada del día de recibir las visitas ya explicaba esos detalles y en las habitaciones de huéspedes y visitantes había una especie de cuadro de normativas y un tarifario en el que se explicaba que en detalle las dos maneras de colaboración: con dinero o con trabajo o algo intermedio. Dentro de las formas de colaboración de trabajo en lugar de pago había todas aquellas funciones que fueran medibles en el mismo momento de la colaboración, entre ellas los trabajos de camarera y striptease en los pubs, la de masajista y la de putas. También trabajos específicos en la editorial y otras más sofisticados como corrección de textos.
Las comunitas eran conscientes que podían tener visitantes por razones lúdicas o para reposo sin la menor gana de comprometerse en su proyecto y era por eso que existía la opción de pagar el alojamiento y los consumos. Por otra parte también había gente que podía no tener dinero o no tener deseos de pagarlo prolongando su estancia mas allá de lso 3 días iniciales de regalo que la comunidad asumía. Las dos visitantes tenían dinero y para eso no hubo problema, fueron ellas pro su propia iniciativa que antes de llegar ya estaban al corriente de estos detalles y había decidido colaborar de las dos formas: con dinero y con trabajo.
Olga y Adrian pasearon con ellas por el recinto de Feminália. Se detuvieron en el parque de juegos adultos. Una plataforma de graba de un metro y medio de espesor y de unos 10 por 10 metros de superficie en el que estaban instaladas las hamacas y también la ducha humana. Las hamacas eran para juegos de líquidos y la ducha humana una estructura tubular de unos 5 metros de altura en el que habían varios niveles para subir personas y el nivel inferior donde ducharse con los pises de aquellas. Las hamacas eran de tela y de cuerdas. Todo el espacio tenía un sistema de riego que lavaba tanto el suelo como los metales como las telas. Asi se lo explicaron sin evitar que hicieran algún gesto de asco. En el momento en que llegaron a esa zona dos comunitas también estaban llegando y una de ellas enseguida se tumbó en la cama con decisión y con una idea de beber de la otra. Lo hicieron con desparpajo y con un guiño a modo de saludo al grupo de los cuatro.
Milena y Djadio se quedaron boquiabiertas.
-Bueno no hay mejor explicación que una demostración –dijo Olga refiriéndose a las dos amantes dos hamacas más allá.
-¿Y vosotros practicáis eso también? –preguntó Milena-
-sí, aquí lo practicamos todos con frecuencia, es un signo de compromiso y entrega y una de las experiencias mas excitantes.-dijo Angie-
-Parece que las vecinas se lo pasan en grande. Ahora acaban de intercambiarse. –dijo Djadio-
-Bueno, hemos venido a experimentar ¿no es asi? Podríamos probarlo ¿no? ¿Nos tumbamos las dos en una hamaca y nos lo hacéis? –dijo Milena- La verdad es que yo he fantaseado alguna vez en hacerlo pero nunca me había atrevido a pedírselo a Dhadjo.
-¿Ah si? ¿Que cobarde? ¿Por qué no me lo dijiste? Entre nosotras pactamos que no hubiera secretos, Yo la verdad es que no lo había pensado nunca y ahora no se si estoy tan preparada como para hacerlo, pero por amor a Milena acepto. Creo que notar el chorro caliente vuestro en mi cuerpo puede ser excitante.
-Cariño la idea no es solo eso, lo mas excitante es que lo bebas.
Dhadio y Milena se tumbaron en una de las hamacas entrecruzados, la cabeza de la una estaba a la altura de os pies de la otra. Olga y Angie se pusieron de pie encima de la hamaca primero en un extremo, los dos al unísono mearon la boca de una y despues se fueron al otro extremo para hacer otro tanto en la de la otra. Tras vaciarse ambos las besaron con profundidad y rito. Angie las penetro por sus seis agujeros y Olga las rechupó todo lo que pudo. Ambas se corrieron repetidas veces. Angie reservó su esperma para luego.
-bueno ha sido algo completamente nuevo. Creo que a partir de ahora me convertiré en una bebedora. –dijo Milena-
-A mi también me ha gustado. La verdad es que creo que esta misma noche querré probar la de Milena-
-Esta experiencia transforma a todo el mundo. Hace del amor una experiencia animal, primaria, convulsiva. Dijo Olgana-
-Al principio cuando te inicias en eso tienes tus dudas sobre posibles contagios, luego cuando te documentas sabes que estas tomando uno de los líquidos más sanos de la naturaleza. Es una forma curativa además de sexual entre nosotras. Aquí todo el mundo bebe a todo el mundo. La editorial de Comunafem tiene en la sección de literatura naturista varios libros dedicados a uroterapia. Os recomiendo que los leáis.-dijo Angie-
Milena y Djadio se pasaron un mes colmado en las instalaciones de Comunafem. Solo salieron un día para visitar los alrededores y la ciudad. Practicaron el sexo con más intensidad que nunca, cada día podían hacerlo con otras comunitas y muy a menudo con sus anfitriones. Llego el día de su partida.
-Hemos de terminar de dar nuestra vuelta y de volver a casa. Esta visita nos ha cambiado la vida, no sabemos si podremos adaptarnos a nuestra vuelta para seguir viviendo en una sociedad tan estrecha de miras. –Dijeron a modo de despedida-
-Cada uno tiene que vivir sus experiencias. Habéis hecho nuevas amistades. Nos tenéis aquí, siempre podéis venir a visitarnos a temporadas. No os olvidaremos nunca -les dijo Olgana-.
Milena y Djadio se fueron a bordo de su moto más sexys de lo que habían llevado, con más experiencias en sus cuerpos, con más amor en su memoria. Ambas vestían botas y pantalones de cuero. Djadio montaba detrás con un chaleco de cuero por el que le desbordaban sus tetas y la cintura sin tapar de la que entresalía su tanguita de cintas de color fucsia por detrás, Milena lo mismo con un top elástico que le marcaba las suyas y sin tanga. Ambas de pie marcaban perfectamente el diseño de sus vulvas a través del cuero. A ambas les esperaba el placer constante el resto de sus vidas sin preocuparse por lo bien o lo mal de esa elección y a pesar de las contradicciones que como parejas de hombres eso les ocasionara.
Comunafem no hacia moralismo ni proselitismo con nadie. Se limitaba a mostrar otra forma posible de vida, de placer y felicidad colectivos independientemente de si eso era entendido o aceptado por el resto de la sociedad. Esa resolución en su forma de vida era la base de su triunfo convivencial y organizativo.
En el tiempo en que estuvieron en Comunafem, tanto Djadio como Milena también participaron de la sexmachine. Hicieron la apuesta de cual aguantaba más. Ambas estuvieron un turno completo de prostitutas, lo cual las dejó todavía con la libido más de punta para seguir practicando sexo los siguientes días.
-todas las mujeres deberían hacer la experiencia de ser putas al menos un día en su vida, aceptando cobrar por ser folladas y mamar lo que le echaran –dijo Milena-
-yo también había fantaseado ser puta de esquinas –dijo Djadio- aunque hacer de camarera tiene un cierto parecido. Pero estar tumbada en una camilla y ser clavada por tíos que ni siquiera les ves la cara por delante y por detrás es toda una experiencia. Es inenarrable.
A partir de su ida la relación siguió con contactos telefónicos y más adelante por internet.

[veronika01]

me gustan los relatos, en un [SPAM] encontre un libro de relatos eroticos muy bueno, no recuerdo su nombre por eso.. aver si lo encuentro por casa y pongo algun post yo =)