buuf que duro
Siéntete libre de odiar al autismo. Odiar algo que hace de tu hijo dependiente, vulnerable, que le limita, es lógico. Odiar al autismo no es odiar a tu hijo. Siéntete libre de sentir, pero no vivas inmersa en emociones negativas.
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Se me saltaron hasta las lagrimas
Tu hijo es especial sí, como cualquier otro ser humano. Todos somos únicos, diferentes, especiales. No hay dos individuos iguales y eso es una maravilla que nunca debería dejar de asombrarnos.
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Me quedo con esto