Como comentario e inquietud de un católico con espíritu ecuménico. Aun se sigue poniendo a Jesús rubio o castaño claro, negándole su origen semita. Es evidente que el racismo (y específicamente antisemitismo) aún esta muy arraigado. Aunque la película sea buena seguir negar su origen étnico no es amor y se debería considerar una ofensa.
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