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Más de 1.500 'pases' de cabeza en el fútbol aumenta el riesgo daño cerebral
Los resultados del estudio tienen que confirmarse con futuras investigaciones
Fue la jugada maestra de Valera en el partido del Getafe contra el Barça
este sábado. El gol de cabeza que metió en el minuto 66 le dio un triunfo
a su equipo y le ha complicado la Liga a los azulgranas. Sin embargo, esta
jugada 'perfecta' puede presentar algunos riesgos para el jugador, según
advierte un estudio, presentado en el Congreso anual de la Sociedad
Radiológica de Norte América. Parece ser que este tipo de movimientos en
los que la cabeza golpea el balón podrían ocasionar daños cerebrales
similares a los que presentan los pacientes con lesiones cerebrales
traumáticas.
Bien para pasarle el balón a un compañero, para despejar o rematar, lo
cierto es que los jugadores usan a menudo esta parte de su cuerpo y, de
hecho, forma parte de los programas de entrenamiento. "No es que el
simple contacto de la cabeza con el balón suponga un impacto suficiente
como para que produzca lesiones cerebrales, pero la repetición de estos
golpes podría provocar con el tiempo una degeneración de las células",
afirma Michael Lipton, médico y director del centro de investigación de
Resonancia Magnética Gruss, en la facultad de medicina Albert Einstein.
"Esto ya se había visto en el boxeo, donde la magnitud de los impactos
son mucho mayores que el que puede tener un balón de fútbol", comenta
Pedro Manonelles, presidente de la Federación Española de Medicina del
Deporte (FEMEDE). Un estudio publicado en 'The New England Journal of
Medicine' en 2010 aseguraba que las lesiones cerebrales que se producen
golpe tras golpe en el boxeo son similares a las que caracterizan a la
enfermedad de Alzheimer. Con el tiempo, "pueden desarrollar deterioro en
la función cognitiva, el equilibrio y la marcha", añade el médico español.
En el caso del fútbol, agrega Manonelles, no hay ningún trabajo que certi-
fique las conclusiones de este estudio, que es experimental y, de momento,
"sólo se ha presentado en un congreso". "Teóricamente, cualquier contusión
cerebral puede producir daños y, además del impacto, la frecuencia es un
factor de riesgo. Posible es, pero no muy alarmante. Hay millones de
practicantes en el mundo y no tenemos constancia de que haya secuelas de
este tipo, así como sí tenemos evidencia de que las hay en el boxeo".
Para comprobarlo, un grupo de expertos liderado por Lipton examinó a 32
jugadores de fútbol amateur (con una media de 30 años de edad) que
practicaban este deporte desde que eran niños. Los investigadores hicieron
una estimación sobre la frecuencia con la que cada participante había
golpeado al balón con la cabeza en el transcurso de un año. A través de una
técnica avanzada de resonancia magnética, se pudieron observar y comparar
las imágenes cerebrales de los jugadores. Esta prueba "permite ver cambios
microscópicos en la materia blanca del cerebro, compuesta por millones de
fibras nerviosas llamadas axones, encargados de comunicar las distintas
regiones cerebrales". Además, "la técnica (Diffusion Tensor Imaging) refleja
cómo las moléculas de agua se mueven dentro de los axones (mediante una
medida conocida como anisotropía fraccional). En la materia blanca sana, el
movimiento es uniforme y la anisotropía fraccional alta", argumentan los
responsables del estudio.
Tras realizar las resonancias magnéticas, se compararon las de aquellos
participantes que habían hecho menos 'pases' con la cabeza con las de
quienes practicaron esta estrategia con más frecuencia, para identificar las
áreas donde había más diferencias. "Nos dimos cuenta de que la anisotropía
fraccional era más baja de lo normal en los jugadores que más 'toques'
daban con la cabeza", concluyen los investigadores. "Había diferencias
significativas en cinco regiones cerebrales, relacionadas con la atención, la
memoria, la función ejecutora y la visual; daños parecidos a los que ocurren
en pacientes con lesiones cerebrales traumáticas (de accidentes de tráfico o
laborales)".
Según los resultados, existe un umbral a partir del cual los investigadores
observaron que el riesgo de daño cerebral era mayor. La cifra es,
aproximadamente entre los 1.000 y 1.500 pases de cabeza por año. En
realidad, los futbolistas no golpean tantas veces", apostilla Manonelles.
Por su parte, los expertos estadounidenses animan a realizar más
investigación al respecto para proteger a los jugadores de fútbol, ya que
este es el deporte más popular de todo el mundo y los niños lo practican.
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